Levántate, no tengas miedo
Historia del milagro para la canonización de san Juan Pablo II
En el año 2011, Florybeth Mora Díaz, con 46 años, recibe un diagnóstico médico que no le daba más de 22 días de vida: estaba tan delicada que podía morir con tan solo un estornudo. No había nada más que hacer para la medicina y por eso fue enviada a pasar sus últimos días con sus hijos en su casa. Sin embargo, siete meses después, una resonancia magnética le ratificaba aquello que había experimentado: estaba sana gracias a la intercesión de san Juan Pablo II.
Dentro de tantos miles de milagros adjudicados alrededor del mundo al Papa Mensajero de Paz, fue este el escogido por la Iglesia para inscribir a este hombre en el libro de los santos.