Reseña

Gladys, nacida en el año 1919, tejió su vida con la misma maestría con la que aprendió a coser.
Siendo muy joven, enfrentó la adversidad con aguja e hilo, como tratando de diseñar ese vestido que encajara perfecto en su silueta.
Su vida, marcada por la pobreza de sus orígenes y la grandeza de sus logros, es un reflejo de una época en constante transformación.
Desde sus primeros pasos en el mundo de la costura hasta su destacada trayectoria como educadora, Gladys nos invita a recorrer un camino de superación.
Fue una mujer que, con cada puntada y cada lección dictada, forjó un mejor futuro para sí misma y para todos los que la rodearon.
Su historia, llena de obstáculos superados, sueños alcanzados y un amor infinito, es una fuente de inspiración para todas aquellas personas que buscan alcanzar sus metas.
Por eso, acompáñame en este viaje a través de la vida de una mujer extraordinaria que nos enseñó el valor de la familia y el saber que los sueños se cumplen y pueden hacerse realidad con esfuerzo.
Escribí esta historia como homenaje a mi madre y, a muchas otras mujeres que como ella han sabido abrirse paso en este mundo, sin importar lo que piensen los demás.
Como dice el escritor Alfredo Gonzales Campos, hay mujeres que se salieron del canasto y se convirtieron en verdaderas malcriadas. Gladys fue una de ellas.