Costa RicaCosta Rica
Detalle
ISBN 978-9930-00-410-4

Memoria y política: escritos Carmen Lyra
La patria en palabras

Autor:Barahona Riera, Macarena
Editorial:Barahona Riera , Lilliana Macarena
Materia:Ideologías políticas
Clasificación:Discriminación social y desigualdad
Público objetivo:General
Publicado:2025-08-13
Número de edición:1
Número de páginas:150
Tamaño:8x7cm.
Precio:$5.000
Encuadernación:Tapa dura o cartoné
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

El exilio y muerte de María Isabel Carvajal . La revolucionaria y su palabra.
A 75 años de su muerte.

Una tarde como hoy de 1949 moría María Isabel Carvajal junto a la familia Mora Valverde y hacía más de un año que vivía en la Ciudad de México.
La Embajada de México en Costa Rica y especialmente el Embajador Carlos Darío Ojeda Rubira, le correspondió el generoso gesto de recibir a María Isabel Carvajal y a Manuel Mora en los aciagos días que sucedieron después del Pacto de Ochomogo y el Pacto suscrito en la Embajada de México, para poner fin a la guerra civil en Costa Rica de 1948.
Traicionado el pacto y amenazada de muerte María Isabel, se logra hacerla llegar a las puertas de la Embajada de México quienes la recibieron brindándole asilo y protección.
Días después lograron tomar un avión saliendo del aeropuerto de la ciudad de San José, cuyo avión fue objeto de disparos, obligando a su piloto devolverse a Panamá, viaje interrumpido por los intentos de asesinatos desde el aeropuerto de la Sabana y finalmente vía La Habana, llegan a la ciudad de México.

María Isabel y Manuel Mora junto con otros compañeros y familiares van a vivir su destierro al calor de la generosidad y hospitalidad del pueblo mexicano, y hoy les decimos gracias.

La guerra civil reflejó lo más fascista y retrógrado de los políticos: los prejuicios de la ignorancia que se mantuvieron por muchos años en la sociedad costarricense.
Se asesino con saña en la batalla de San Isidro del General y en la batalla de El Tejar del Guarco, se asesinaron presos, se agredieron, hombres y mujeres en escarnios públicos , maestras, profesores, trabajadores del Estado, violaron mujeres, robaron propiedades y bienes, los vencedores rompieron los acuerdos conocido como El Pacto de Ochomogo y l Pacto la Embajada de México, donde se comprometen al respeto de los derechos políticos para que las fuerzas armadas del Partido Comunista depusiera las armas y las fuerzas Figueristas entraran sin resistencia a la ciudad de Cartago y a la ciudad capital de San José.
Manuel Mora Valverde decide la ruta del exilio ante las amenazas a la vida de María Isabel Carvajal.
En palabras escritas por Manuel Mora dando testimonio de esos momentos nos narra cuando él se dirigió a la Embajada de México y el embajador lo recibió con estas palabras : “ está usted en su casa y en su país, México lo recibe con los brazos abiertos le respondí que le agradecía mucho su bienvenida pero que yo no había pedido asilo que yo no quería salir del país, me explicó entonces que era Figueres quien le había solicitado que me diera asilo porque estaba seguro de qué me iban a matar pues ya me tenían localizado, Figueres le dijo estas palabras, no quiero cargar con esa responsabilidad, usted ya no puede salir de aquí, me dijo el señor embajador usted está en territorio mexicano. Las tropas de Figueres habían rodeado la embajada con soldados armados, el embajador y sus empleados sacaron sus rifles yo no pude salir de momento me vine a quedarme en la embajada pero con la idea de fugarme después , los invitados por el embajador, pasamos todos al interior del edificio y después de un rápido cambio de impresiones le informé que tenía noticias de qué Frank Marshall había jurado arrastrar a Carmen Lira del pelo por las calles por considerar que Carmen era la consejera de todos los crímenes. En ese momento Chavela estaba en cama, enferma, al mismo tiempo le dije a don Miguel que el gobierno estaba obligado a darle protección a Carmen Lira el embajador de México en el acto, me ofreció asilo a Carmen Lira en la Embajada y el Ministro de Seguridad me dijo que en vista que las tropas de Figueres sabían que yo había abandonado la casa donde estaba oculto, era seguro que no intentarían entrar a ella antes de qué don Miguel abandonara la Embajada, yo un poco alterado dije en voz alta, que si no se arreglaban los problemas que acababa de plantear yo me iría de la Embajada, aunque tuviera que saltar una tapia, un rato después el Sacerdote Benjamin Núñez me visitó y en presencia del Embajador, me ofreció asilar a Carmen Lira en un convento de monjas. Minutos después me visitó Monseñor Sanabria y me dijo que el estaba dispuesto a recibirme en el palacio arzobispal siempre que se me permitiera salir de la embajada, nos visitó en la embajada Rosendo Argüello acompañado de su padre y se presentó pese a que estuvo en el bando de Figueres a ofrecernos su ayuda, le di las gracias y le rogué que me ayudara a poner a salvo a María Isabel y que me ayudara también a trasladar a Arnoldo y a Carlos Luis de la casa de don Carlos Sanz, el doctor Argüello me cumplió en cuanto al traslado de Arnoldo y Carlos Luis, intervino también junto con con un hijo de Fernando Madrigal para trasladar a Carmen Lira a la embajada de México, al llegar al aeropuerto al entrar nomás al edificio un grupo de matones me agarró y me metió violentamente en una oficina, el embajador de México que me acompañaba se abrió paso junto con Roberto Fernández y logró liberarme de mis agresores. Roberto Fernández Durán era el jefe de las cuadras que había sido escogida por Figueres para darme protección desde mi salida de la Embajada de México, el Embajador y Fernández me sacaron de la oficina y me condujeron al avión, abriéndose campo por entre gentes apasionadas que gritaban injurias.
Está presente en mi memoria el Chino Rodriguez y su compañera Cristina, quienes sin temor a la multitud vociferante llegaron hasta donde yo estaba, ahí me abrazaron, el Chino se quitó su pulsera de reloj y me la colocó en la muñeca, no lo olvidaré nunca. Habíamos gestionado el vuelo que no pasara por Nicaragua pero se hizo exactamente lo contrario, se me mandó en un vuelo de la Panamerican que venía de Panamá rumbo a México y que debía de tenerse una hora en Nicaragua, los sucesos que se produjeron después nos salvaron de caer en manos de Somoza, tomamos asiento en el avión Carmen, Judith y yo. Judith acompañaba a Chavela como amiga y enfermera. Una parte de los pasajeros que venían de Panamá con destino a México no subieron al avión porque en el rato de permanencia en el aeropuerto se dieron cuenta de qué había la posibilidad de qué se produjeran actos de violencia contra el avión, la nave arrancó y se dirigió hacia el extremo oeste de la Sabana o sea el extremo de la pista, aquí se detuvo unos minutos para calentar motores. Cuando comenzó a rodar se observó que un grupo de gente armada que se había mantenido oculta en algún lugar, se acercaba rápidamente con el fin evidente de atacar, efectivamente atacaron a tiros. El avión tuvo tiempo de levantarse un poco, pero los agresores siguieron disparando. Los tiros atravesaron la cabina del piloto quien se salvó por casualidad, el motor del aparato fue dañado y una llanta del avión se le voló violentamente y un momento después el aviador me envió a un joven que al parecer trabajaba como sobrecargo a informarnos que su obligación era aterrizar en el mismo aeropuerto de la Sabana porque el avión estaba dañado, pero que en vista de qué se actuaba de esa manera, la vida mía corría peligro, había había resuelto devolverse a Panamá y aterrizar en ese lugar. Ese sobrecargo me dijo que era costarricense y nieto de Magón siempre le agradeceré. En Panamá el avión aterrizó en un campo especial, nos esperaban las autoridades yanquis con bombas contra incendios, fui trasladado al Cuartel Central de Panamá que comadaba el Coronel Remón, el traslado se hizo con acompañamiento de vehículos que tronaban las calles con sus sirenas. Carmen Lira y Judith fueron fueron alojadas en una clínica. Con Remon tuve un incidente y me envió al calabozo. El incidente se produjo porque no me deje humillar por unos corresponsables yaquis. En la madrugada de ese día me buscó el ministro del gobierno de Panamá, que me manifestó simpatía personal. Después de qué conversamos me hizo sacar del calabozo y me ofreció gestionar mi salida del país. En la mañana me trasladaron al aeropuerto donde me encontré con Judith y Chavela que esperaban y nos embarcaron hacia Cuba. En Cuba también se me tuvo preso en un calabozo del aeropuerto, me mantuvieron unas cuantas horas hasta que me visitó el diputado Manolo Luzardo y me saludó en nombre del partido. Me informó que estaba haciendo gestiones para que me enviara a México. Efectivamente al día siguiente volamos a México. Sólo me resta recordar que el gobierno de Otilio tuvo que pagar no sé si total o parcialmente el avión de Panamerican.” Barahona; Centenario de Manuel Mora. 102, 104 Revistas Estudiod N.22/2009/

El exilio político o el destierro debe ser analizado en la historia política de Costa Rica desde una perspectiva de dimensión regional comprendiéndolo como una política desde el poder de exclusión institucional de la vida política y de la vida social en general . De violencia y autoritarismo desde el Estado y sus grupos de poder que secuestran y legitiman formas violentas de control e irrespeto a los derechos humanos. Es la situación política de autoritarismo en diversos países centroamericanos.

Distintas fuentes calcula en más de dos mil muertos las víctimas de la guerra civil, la mayoría comunistas y calderonistas.
Fueron 4000 costarricenses según testimonios, ( Testimonio de Albertazzi en Barahona 2015, p48) los que tuvieron que salir del país por la persecución y la represión dirigida por la Junta Fundadora de José Figueres Ferrer, más los cientos de encarcelados como Emilia Prieto, Pilar Bolaños, Estela Peralta, María Alfaro, Corina Rodriguez, María Esquivel Carlos Luis Fallas, Adolfo Braña, Arnoldo Ferreto, Carlos Luis Saenz, Fernando Chávez, Jaime Cerdas, Fabián Dobles Victor Cordero,Alvaro Montero Vega, Manuel Moscoa, Antonio Valín. Los asesinados en la carretera interamericana, conocido como el “ Crimen de la cangreja” al final de la guerra: Edwin Vaglio, Mónico Hernández y Horacio Montiel, miles de exiliados en Nicaragua Guatemala, México, Estados Unidos, Panamá Venezuela, Chile, Cuba, los cientos de trabajadores que fueron cesados de las instituciones del Estado como administrativos, docentes, funcionarios, sin ninguna responsabilidad patronal, derechos que defendieron hasta con la vida.

El señor Figueres no cumplió los pactos, su ambición fue ser el jefe de facto de la junta militar y su objetivo, perseguir violentamente a los líderes comunistas, a los dirigentes sindicales, con saña, como el conocido “ Crimen del codo del diablo”, como prohibirle a María Isabel venir a morir a su patria.El grupo que tomó el poder se auto declaró elegidos para controlar la sociedad costarricense con reprensión , anulando derechos humanos, confiscando bienes y haciendas, instauró un régimen autoritario con “Tribunales de probidad y sanciones inmediatas”, por medio del decreto de Ley N.6, para procesar a calderonistas y comunistas y ejercer violencia y represión.Por decreto ilegalizó todas las organizaciones sociales, al Partido Comunista, despidió a los trabajadores públicos,ilegalizó prensa, radio. El grupo vencedor de la guerra civil, reescribió la historia social, desde el control militar y político por un largo período histórico, transformadose en partido político y convocando a elecciones en 1953.

En palabras del diputado José Alberto Albertazzi Avendaño, :” .. de ese caos de esa tragedia y de ese infierno creados por la apatía de unos y la complicidad criminal de otros, salió nuestra querida Carmen Lira una mañana en un avión que recibió los impactos de algunos rifles entregados al desenfreno. Venía herida, de muerte, escapando a la saña de quienes de ellos estoy dolorosamente convencido, sin respetar ni su relevante personalidad ni dolencia, la habrían sumido en una bartolina inmunda apresurando el fin de sus días, escarnecida y humillada.” Testimonio de Albertazzi p. 93 en Barahona ,Nuevos documentos de 1948. Editorial Costa Rica 2015
Entre el final de los acuerdos por la paz y el armisticio el 19 de abril y su llegada a la ciudad de México hay escasos 10 días donde el preciso refugio de la Embajada de México salvó las vidas de estas tres primeras víctimas de la represión y violencia, al finalizar la guerra civil en Costa Rica.
Su amiga Emilia Prieto escribió en 1950 : “vivir para el pueblo, significa muchas excelsas cosas: talento, generosidad, conciencia, honestidad y valentía muy particularmente y es un sentido muy amplio de responsabilidad social e histórica.”
Por más de un año estuvo en la ciudad de México desde donde solicitó varias veces a José Figueres Ferrer su deseo de regresar a morir a su patria, esencial derecho humano, siempre fue rechazado su retorno a pesar de qué intercedió el arzobispo Monseñor Víctor Manuel Sanabria y su amigo Vicente Sáenz.
Podemos imaginar la tristeza de la costarricense como lo manifiesta en una de sus últimas cartas enviadas a sus familiares “ me paso pensando en ustedes ya va a cumplirse un año de este destierro tan injusto porque yo siempre he luchado por el bienestar de mi pueblo y a esto llaman aconsejar crímenes. Cuando nos volveremos a ver a estar juntos?.”
Podemos imaginar cómo habrá menguado su espíritu y aumentado su debilidad física al saber que tantos compañeros y compañeras habían sido encarcelados en Costa Rica o tuvieron que exiliarse por las decisiones de la junta militar. También podemos reconsiderar su visión ética hacia los trabajadores y hacia la necesidad de lucha y organización sobre todo en el clima internacional de la Guerra Fría y el liderazgo de Estados Unidos en la política de la cortina de hierro y la división del mundo, al final de la II guerra mundial .
El 17 de mayo de 1949 se publicaron unas condolencias al pueblo de Costa Rica por parte del Secretario de la Confederación de Trabajadores de América Latina, Vicente Lombardo Toledano: “..la violencia política trajo a Carmen Lira hasta México. Arrancada de su pueblo y de su tierra, como acto final de una serie de ondas conmociones que sufriría la gran escritora de Costa Rica, vivió en México llena de angustia por la suerte de los suyos y por los acontecimientos a lo largo de nuestro hemisferio. Enfermo aquí y la ciencia fue inútil para salvarle la vida. Su último deseo era el de morir en su patria; pero ni esto siquiera le fue dado.” (archivo Lombardo Toledano) En este mensaje califican a Carmen Lira como una escritora brillante y extraordinaria mujer que deja una senda para los jóvenes a través de su ejemplo y su obra así como también la califica como víctima de la violencia en esos días de pérdidas de libertades. En ese entonces Vicente Lombardo había visitado Costa Rica en diversas ocasiones estableciendo vínculos importantes con Isabel Carvajal con Manuel Mora con Rodolfo Guzmán, Jaime Cerdas, Arnoldo Ferreto, quienes en diferentes ocasiones participaron en reuniones de la central de sindicatos y en sus congresos realizados en la Ciudad de México, como por ejemplo en diciembre de 1941 que se realizó el Primer Congreso de la Central de trabajadores de América Latina donde participaron los delegados costarricenses Rodolfo Guzmán, Carmen Lira y Arnoldo Ferreto.
José Albertazzi nos dice: “…muerta, es mucho más: es una bandera desplegada a los vientos del futuro, es una protesta alzada contra el despotismo, es un juramento de tenacidad en la lucha, un luminoso signo de solidaridad social. Pienso muy especialmente en Corina Rodriguez y María Alfaro, en Luisa González, en Estella Peralta y en Emilia Prieto sus amigas y compañeras que perpetuarán su lucha.”(op cit P.94)
Carmen Lira supo leer su tiempo, su voz se levantó con la palabra como estandarte para narrar y criticar una sociedad que no estaba acostumbrada a verse, ella construyó ese espejo de mujeres, de niños, de trabajadores, los que nadie quería ver, le enseñó a leer tanto al pobre como el rico, puso números a la pobreza y dignidad a los niños descalzos. Así veo a Carmen Lira, feminista, emancipada de lastres y prejuicios, de una independencia por la que un siglo después aún luchamos las mujeres, de una solidaridad de clase y género. Comunista, líder amorosa y combatiente, de ahí tanto temor que aún enferma hace 75 años los que ganaron en la pírrica victoria de la guerra civil de 1948, le temieron y se fueron contra ella, ya enferma, como valientes, a darle aún más a su corazón y a su cuerpo, y no le permitieron venir a su casa de orquídeas y bahare a descansar y morir. La violencia contra la mujer, tuvo en ella la máxima crueldad.
Esta violencia patriarcal, de autoritarismo, castiga a María Isabel y a las mujeres futuras, líderes que en el espacio público serán censuradas y amenazadas , reprimidas en el mandato de lo público para el patriarcado y las dóciles al sistema. María Isabel fue sujeta de exilio , para ejemplo de las mujeres del futuro. Su escritura política se desconoce, su trabajo de líder, su pensamiento.
Creemos en la necesidad de un resarcimiento moral y ético donde la memoria colectiva logre construir un lugar adecuado para sus víctimas y los responsables de las violaciones a los derechos humanos, parecía avanzar en el fortalecimiento de nuestra sociedad en palabras de María Isabel en una carta dirigida a su amiga María Isabel Audrey “…hemos sufrido mucho durante estos años la gente de mi tierra pacífica y trabajadores y sólo el egoísmo de los ambiciosos en el poder provocó la guerra civil. Pero si no eran buenos los gobernantes que sostuvimos, tampoco son algunos de los que hoy mandan. Y sucederá lo mismo: a nosotros se nos atribuyen males que no hicimos y se nos niega el mérito en lo constructivo que realizamos; a los hombres honestos que ahora están en el mando se les atribuyen los crímenes y barbaridades que cometen los sinvergüenza irresponsables, y son estos, los aprovechados de antes y de hoy, que ha hundido a Costa Rica en la miseria y la venganza, sabrán distinguir y hacer justicia; yo pienso que con tal que mi patria no vuelva a padecer debemos superar los rencores y trabajar por ella.”
Sería el testamento político de María Isabel Carvajal, un mensaje de justicia política, de construcción por la paz y por la inutilidad de la guerra y la muerte. Sus palabras son generosas porque vienen de la voz de una víctima de la violencia, que sin ánimo de venganza llama a distinguir y a buscar sólo la justicia.
El exilio es el alejamiento de las personas de su tierra natal, siempre a lo largo de la historia se ha utilizado como un gran castigo, una dura pena para las víctimas. Una ruptura de la civilidad y los derechos humanos. La sociedad costarricense había vivido políticas de destierro desde los gobiernos de Braulio Carrillo, Francisco Morazán, Jose Maria Montealegre, Tomás Guardia y Federico Tinoco y en la ciudad de México había vivido el exiliado costarricense Rogelio Fernández Güell.


En palabras del periodista Adolfo Herrera García a dos años de su muerte escribió: “…la vida de Carmen Lira se apagó con el fusilamiento espiritual más cruel que recuerda la historia de Costa Rica. Se le echó de su patria bajo ráfagas de ametralladora y finalmente, se le tuvo de pie ante el paredón del destierro dos años, para terminar, al cabo, por fusilar de a poquitos”.

Apreciamos su palabra escrita y podemos imaginar su verbo cálido, inteligente, concentrado en cada tema desarrollado por ella, en las campañas políticas, en sus discursos de radio, incisiva, mordaz e irreverente . Una mujer solidaria con su escritura con otros autores, con otras escritores, ha dejado una huella imperecedera en la Revista Repertorio Americano, escribiendo y presentando trabajos de otras y otros maestros y compañeras. Con mujeres de América Latina, de España, de Francia, funda el grupo aprista de mujeres en 1928 con un colectivo grande de mujeres costarricenses. Pocos espíritus tan puros y tan complejos, armonioso y retador, con una inteligencia que le permitió desde muy joven unir la educación con un análisis de la realidad de solamente observar a sus pupilos, los pies descalzos en el aula y en la calle las grandes diferencias sociales que le tocó vivir en la transformación del siglo XX . Ella nos escribe en 1929 qué será de nuestra Costa Rica cuando todas las calles de sus ciudades estén asfaltadas y cuando por sus carreteras puedan rodar los automóviles de marca Yankee, habrá para entonces pies honrados y si transitarán en paz o irán por ella medrosos y fugitivos y si los pobres viven en espacios alejados de los barrios donde están parqueado los automóviles último modelo. La división de clases la observó en la construcción de los nuevos barrios y con humor, ironía y picardía, describe en varios de sus cuentos esas tentaciones de esos nuevos ricos y el olvido de los campesinos y de los humildes.
La pasionaria María Dolores Ibarruri , Magda Portal, la líder peruana,las poetas Juana Ibarbourou, Gabriela Mistral, Eleonora de Roosevelt, con todas ellas nutrió su espíritu con otras poetas y escritoras contemporáneas alimentó su pensamiento dedicándose no sólo a la escritura sino a su accionar político desde que ingresara al Partido Comunista en 1931 y posteriormente desde su despido de su función como Directora de la Escuela Maternal y se dedica a tareas políticas y a escribir en el periódico Trabajo donde analiza nuestra realidad nacional e internacional, “ los que hacemos Trabajo no nos valemos de esas maniobras cobardes para decir la verdad. Lo qué pasa es que no hay ofensa más tremenda que la verdad. Yo no siento odio contra León Cortés. Nunca me ha ofendido personalmente. En general los comunistas no tenemos odio engendrados por motivos personales. Lo que odiamos y perseguimos es el sistema económico social dentro del cual nos movemos y como este sistema no es llevado a cabo de una manera abstracta sino por hombres hay que señalar a quienes lo manejan. Muy cómodo sería para nosotros hablar simplemente contra la mentira, la injusticia, el robo como la explotación. Lo malo es decir los nombres de quienes mienten, roban sobre todo si son nombres de personajes importantes y cómo no odiar este régimen que permite que en los barrios pobres los niños de los proletarios mueran como moscas de sarampión y tosferina, faltandoles a veces hasta un 10 para comprar una aspirina con que bajarle la calentura mientras en los barrios de los ricos en donde pueden darse el gusto disponer de los refinamientos de la higiene no ha muerto un solo niño”.
Presentamos sus artículos que desde 1931 a 1947 escribiera Carmen Lyra en el Semanario Trabajo, una palabra inteligente, mordaz, valiente, se refiere a desigualdades, injusticias , nacionales e internacionales, una conciencia lúcida, política, una mujer escritora , testigo de su tiempo.

Por ejemplo , “ Carta absurda “, al gerente de la Compañía Bananera, Mr. Chittenden, “Y qué pretendo yo al escribir esta carta como ver en alguna forma el destinatario tal que si usted fuera capaz de conmoverse por lo que le voy a decir ni yo tendría necesidad de dirigírsela a usted ni usted sería el jefe supremo pues para llegar a ocupar el alto puesto que usted ocupa hay que haber perdido necesariamente todo sentido de humanidad y considerar a los hombres como cosas que hablan, que pretendo entonces tal vez sólo echar al aire el humo de los sentimientos que me están quemando el alma y que se formaron ante la humillación a que usted Gpe Chittenden a condenado a gran parte de mi pueblo en la región del pacífico.”1940

Desde 1931 hasta 1947, 36 artículos de diferentes temas. Una memoria política que nos lega a través de 16 años de escritura y de una mirada lúcida atenta a los principales acontecimientos que desde la realidad de una costarricense sensible nos analiza y comenta. Casi dos décadas en que la organización del Partido Comunista va a trabajar en la organización sindical de tabajadores bananeros, campesinos, obreros , maestros, y el activismo de ella va a volcarse , después de su despido en 1933, en educación popular, en discursos políticos, en crítica y análisis de la realidad.Nadie como ella crítica a las condiciones materiales en que tienen a los trabajadores bananeros, en Parrita y Golfo Dulce, crítica al gerente directamente, como a la oligarquía cafetalera, crítica la dependencia con Estados Unidos, las políticas fascistas de León Cortez, explica la guerra civil española, crítica a la Iglesia Católica , analiza cine, literatura, el conflicto árabe-palestino, estamos en una panorámica ideológica y en un prisma de una posición consecuente de clase.
En recuerdo vivo y conmemoración de los 75 años de su muerte en el exilio, les presento sus artículos, para que se conozcan y divulguen su pensamiento valiente, escritura comprometida , su análisis y validez al presente.

Contáctenos:

Calles 15-17, Av.3 y 3b Primer piso edificio anexo a Biblioteca Nacional-Sinabi Agencia Nacional ISBN / Tel. Teléfono:2233-17-06