La mona
Juan Ramírez y Marcela Bonilla viajan de vacaciones al pueblo Cahuita, localidad costera de la provincia de Limón en Costa Rica. Marcela es atacada por el personaje de La mona, quien, por algún motivo se ensaña con ella. De la mano del antropólogo Melvin Valenzuela y del guía turístico Kenneth Salazar, intentan resolver la situación que a cada minuto se agrava más. El relato tiene un vaivén de posiciones sobre el origen de La mona. Melvin propone un paralelismo con el Homo floresiensis, encontrado en Indonesia y para eso indica que la evolución no es precisamente «hacia adelante». La tía de Marcela, la señora Livinia, revela antes de morir que ella la protegió de niña…
«Marce, no me olvides».
En su aventura viajan al Parque Nacional Cahuita, a playa Punta Uva en Talamanca, a playa Manzanillo y terminan en la zona del grupo indígena de los bribri en busca de sabiduría ancestral.
«Había dejado de bailar para transformarse en la versión más salvaje y peligrosa de toda su vida […].»