Poesía inacabada
La poesía inacabada inició en el siglo pasado en un cuaderno rojo que vivió poco tiempo. Después fue a campamentos en Fraijanes, y besó secretamente el primer amor sin nombre. Luego fue un amor maduro, que dolió como la muerte, y que aún vive con esperanza. Es inacabada como todos quienes la reconocemos un día, al mirar atrás y deseamos que el pasado vuelva. Está llena de sabores, de pregones, de música infalible y de pasión sincera. Tiene una receta, pero es secreta.