El higuerón=The Strangler Fig
Había una vez un higuerón en el cantón de Montes de Oca. Era grande y frondoso, como suelen ser los higuerones, y su nombre andaba en boca de mucha gente. En esos tiempos, sin Waze o cosa que se le parezca, el árbol era un punto de referencia para orientarse o dar direcciones a la tica en esa zona de San José. Después de muchos años de ser sombra y guía de caminantes y vehículos, el higuerón desapareció. Es la suerte (¡mala suerte!) de muchos de los árboles de Tiquicia y por eso queremos con este librito, concebido por Anne Señol y Adián González, rendir tributo a todos los higuerones. Los talados y los de pie. (GBG)
Once upon a time, there lived a grandold fig tree in the district of Montes de Oca. Large and leafy as an higuerón tends to be, it was known by all the townspeople for the tree was a main point of reference. In those days, long before the arrival of Waze
or GPS, this colossal tree offered shade to weary passersby and served as a landmark from where Ticos gave directions or oriented themselves in this part of San José. Many
years later, perhaps in the name of progress and following the sad fate of so many others, our majestic fig disappeared. For this reason, we give tribute, through this little book by Anne Señol and Adián González, to all the old fi gs that are no more and those that live on.