Soldado inmortal
La obra nos hace atravesar el desconcierto que experimenta Señora
Cecilia al enfrentarse a una realidad que se va desquebrajando
constantemente frente a sus ojos; desde encontrar a su esposo,
Soldado Inmortal, vestido de mujer en la sala de la casa, hasta
verse expuesta a la extorsión de un estado criminal. El desconcierto
en la obra, no deja de convertirse la certeza de que muchas veces
los discursos políticos no son más que una mueca grotesca ante
la materialidad de los cuerpos que sufren. Pero tampoco olvida la
reivindicación de la escucha, la posibilidad de encontrarnos con los
otros en los márgenes y quizá, poder rescatar el fuego al final del
incendio.