Relatos de sal y arena
Como quien juega canicas en la arena caliente mientras las olas llegan soñolientas y olorosas a cambute y a brea, así va Ana Isabel Ruiz soltando sus relatos puntarenenses y, a la vez, retratando una forma de vivir y de convivir en el puerto por aquellos años, con donaire canallesco. Valga este último contraste para capturar la esencia de sus relatos.
Por eso sé que quienes los lean ahora en este libro van a disfrutarlos en paleta, y agradecerán su visión –a ratos tierna, a ratos desvergonzada, siempre sincera–, lo transparente de su forma de escribir y, sobre todo, la bondad que trasunta su alma.