Reseña

El Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) en Costa Rica se ha convertido en el de mayor continuidad en el país, gracias a más de tres décadas de implementación. El PPD facilita el acceso directo a los fondos del GEF, especialmente a organizaciones de base comunal en zonas vulnerables , y a las Organizaciones No Gubernamentales para implementar iniciativas de desarrollo sostenible que estén alineadas a la conservación de la biodiversidad, mitigación y adaptación al cambio climático y degradación de tierras. Costa Rica fue uno de los primeros países en adoptar el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), establecido en 1993, el año de la Cumbre de la Tierra celebrada en
Río de Janeiro. Con más de treinta años de implementación tanto a nivel global como nacional, el programa opera con un enfoque en la equidad y el fortalecimiento de capacidades locales, sirviendo como puente entre la conservación ambiental y el bienestar humano en las comunidades.
Al cumplir 30 años de ejecución, es vital contar con una memoria, un repositorio de datos que evidencien los logros, enfoques y alcances del programa. Desde el PPD se han generado planes piloto y escalado cientos de iniciativas de las cuales; muchas se han consolidado a nivel nacional, se ha convertido en uno de los de mayor continuidad, eincidido en la ejecución de acciones alrededor de temas cruciales para el mejoramiento del medio ambiente y de la calidad de personas en contextos diversos.
Iniciativas como los Comités de Vigilancia de los Recursos Naturales (COVIRENA), la conformación de las Brigadas para el Manejo de Incendios Forestales, apoyo a los corredores biológicos, implementación de Pagos por Servicios Ambientales en territorios indígenas, delimitación de zonas de pesca responsable, apoyo a la producción orgánica y sostenible, turismo rural comunitario, pilotajes tecnológicos utilizando energía renovable, gestión de residuos, y muchos otros proyectos que han sido semillas que el PPD ha contribuido. Estas iniciativas hoy son políticas o programas robustos a nivel
nacional, que no solo inciden en el medio ambiente, sino en la vida y bienestar de miles de personas.
Este documento representa un viaje por la historia de 30 años del PPD y demuestra que es posible pensar globalmente y actuar localmente para promover un desarrollo sostenible real y a lo largo del tiempo, a través de la canalización de recursos a las organizaciones que viven y protegen los ecosistemas más frágiles de nuestro país.