Reseña

Esta es una narración de la propia víctima en primera persona, relacionando día a día sin tener en cuenta el calendario con exactitud, las vivencias de un secuestro que duró 195 días, los que pasó en cambuches de procesar coca y en diferentes sitios del departamento de Arauca en Colombia.
El autor no usó su imaginación, sino que narró cada acontecimiento real, dejando pasar de pronto algunos pasajes de esa aciaga historia, que jamás es deseable para ningún ser humano.
La ficción se quedó corta ante la odisea que vivió la esposa al atreverse a llegar a altas horas de la noche al campamento donde estaba su esposo, abandonándolo antes de amanecer con la complicidad de dos guerrilleros y un trabajador de la finca que coordinó la hazaña de una esposa valiente, que, arriesgando su vida, pasó unas pocas horas con su esposo en cautiverio, sin importarle que podía morir o tener la misma suerte de su cónyuge.


“Quien usa las cadenas con sus semejantes, no conoce la libertad
y es más esclavo que sus propias víctimas”.
Rousseau