Andrés Swan, las premoniciones del bosco
Roxana Castro se retira de su profesión de abogada para dedicase a escribir novelas cargadas de realismo e imaginación.
Gabriela, una jueza pensionada, investiga las razones que llevaron a su profesor de música a quitarse la vida.
Consejo de dirección: Si al lector no le interesan las pinturas de El Bosco, puede brincarse toda la segunda parte y continuar con la tercera.
Si sucede lo contrario, y el lector decide leerla completa, encontrará en la segunda parte una técnica de espejos innovadora. Así se introducirá con el personaje, uno por uno, en siete cuadros del conocido pintor Hieronymus Bosch (El Bosco). Lo importante no es lo novedoso de la técnica, sino el vasto universo psicológico de Andrés y la relación que establece con el amor, la muerte, la música, el arte. Su fuerte lucha interior.
El lector, si así lo desea, podrá ir siguiendo en las pinturas el recorrido angustioso y esquizofrénico del personaje.