Libertad al amanecer
A Tatiana Lobo, amiga e inspiradora en la aventura de escribir novela histórica. A Arianna Alcázar, por sus siempre acertadas contribuciones. Gracias también a doña Tere, por estar siempre a la par de mis textos, y a Tentén, por enseñarme a creer en mi propia voz. Dedico la novela también a Carmela y a Grettel, por haber llorado reído y analizado esta historia. Y por supuesto: a Evelyn, Juan Carlos y Daniela, de Grupo Columbia, por haber hecho posible que esta aventura se emitiera como radionovela, cada mañana, durante el bicentenario de la Independencia. También a cada uno de los periodistas y colaboradores de la emisora, quienes prestaron sus voces para darle vida a los personajes, y a los oyentes que madrugaron para seguir cada mañana de setiembre este relato de amor. Con ellos, la historia se vuelve divertida…