Día de cuentos
Julián es un relato sencillo que se desarrolla en una montaña remota. Aun así, algunos detalles podrían conducir al lector a un escenario menos llano.
En Todo tiene su tiempo, Luis es protagonista y testigo. Desfilan ante sus ojos los cafetales, los trabajadores, los cogedores de café, el patrón, sus perfumes y la admiración de los peones. Vive en la casa del patrón con sus padres, su hermano Manuel y con su tía, la encargada de las lecturas de la noche.
Un cerdito y un gavilán encuentran cabida en el alma del niño, quien mientras asciende por la escalera de un tanque, cae al suelo y entra en un mundo mágico.
En el último relato, Lo mejor, no falta la historia de amor, de dolor ni la de miedo del cuenta-cuentos del pueblo.
Con estas historias, el autor retrata y rescata pasajes y vivencias palpitantes de los niños y de los jóvenes de su época, donde conviven la magia, los sueños y la contundente realidad. Así mismo, Diego nos hace recordar que El Virilla, escenario y templo de nuestros aborígenes, sigue siendo un brazo de la montaña con toda su fuerza y su magia.
¡Que este libro nos ayude a seguir adelante con las historias de pueblo!
Juan Bautista Garro Bogantes