Reseña

Se requiere gran Maestría para transmitir y enseñar los principios de la física cuántica de manera amena, sencilla, gozosa, juguetona, entretenida, convirtiendo el conocimiento en algo simple, fácil, natural, práctico, cotidiano, y que, mientras se vaya leyendo, casi incluso sin notarlo, también se vaya aprendiendo, integrando y creciendo. ¡Esta destreza, la tiene de sobra la autora!

Ella nos invita siempre a aprender de manera divertida, ¡como deberían aprenderse todas las cosas serias de la vida! Porque la enseñanza es más sencilla si se convierte en canción, ¡y el aprendizaje más claro, cuando lo ves reflejado en el lago Mercurión!

De la mano de los policuánticos, Alba C. Molina invita a nuestros niños, y a tu niño interior, que está siempre acompañándote muy dentro del corazón, a vivir una aventura en la tierra y desde el sol, ¡con el propósito superior de hacer un mundo mejor!

Para lograrlo, los personajes de nuestra historia, impulsados por el deseo de hacer el bien, tendrán que ir descubriendo cada uno sus talentos, que al transcurrir de este cuento y con muchísimo ingenio, se empezarán a expresar y en ellos a manifestar, ¡haciendo a todos brillar!

Ana Isabel Fernández