Reseña

La historia nos dice que desde hace muchos siglos existe la ruptura en la profesión médica, cuando se sobrepone lo material, la desidia, la hipocresía, es ahí donde todo pierde sentido, se pierde la ética, la mística, el humanismo. Es cuando la vocación se convierte en ambición y el juramento hipocrático es reemplazado por el juramento hipócrita y se pierde el sentido del orden natural; es cuando el juramento de Hipócrates es tirado a la fosa común. En la actualidad es importante más que en otros tiempos la obligación de enseñar a ser verdaderos médicos, algunos profesionistas dicen que la medicina está burocratizada y no es así, son ellos que la burocratizan; el médico está para aplicar la medicina en su plenitud, pero hacen todo lo contrario y se vuelven desidiosos, protocolarios, referencistas, negativistas; o sea, un médico adoctrinado, sin vocación.