Reseña

Conocí a Javier Francisco en una peregrinación que hice a la India en el 2009. Aunque había escuchado sobre él y sabía mucho de su historia, no fue sino hasta ese momento que tuve la oportunidad de participar en uno de sus famosos “operativos”.
Javier Francisco había terminado de crear la gimnasia psicofísica del Gaia Yoga, después de 31 años de intenso trabajo, y había decidido realizar ese viaje espiritual en señal de agradecimiento a una antigua escuela de sabiduría, originada por el maestro Issa en la India.
Según lo planeado, los 40 costarricenses que le acompañamos, íbamos a visitar nueve lugares sagrados de la India para abrir, en cada uno de ellos, una de las nueve puertas del alma. De esa forma seríamos iniciados e iniciadas en la Escuela del Camino de la Evolución Consciente.
Como parte de la preparación, nos tocó contactar la vibración del amor incondicional en el Jardín de la Luna, uno de los rincones más sagrados del Taj Mahal en donde, por primera vez en la historia de la India, se permitió llevar a cabo una sesión de yoga.