Braulio Carrillo Presente
El licenciado don Braulio Carrillo Colina gobernó en dos oportunidades; completó entre ambos períodos cinco años, ocho meses y nueve días, breve tiempo para su memorable actuación que le sitúa como el más distinguido estadista que ha gestado el país en su historia.
Fue un auténtico costarricense de la primera hora, civilista, diáfano, hombre de sólidos principios, profesional de fuste, con vocación, autoridad personal y don de mando, muy cercano al pueblo, cuyas necesidades y anhelos supo interpretar en momentos cruciales, cuando todo estaba por hacerse. Educó con el ejemplo: sus grandes virtudes de amor intenso al trabajo, disciplina, austeridad y acrisolada honradez, siempre presentes en su actuación, siguen marcando huella.
Jamás se sirvió del poder en beneficio propio ni permitió que ninguno de sus colaboradores o allegados lo hiciera. Tampoco aceptó honores personales de ninguna índole. Impulsó honestamente las tareas que consideró esenciales para el país. Patriotismo, rectitud, coherencia, franqueza, transparencia, buena fe y sencillez, predominaron en su gestión.
Pese a los ingentes intereses económicos y sociopolíticos que enfrentó para cumplir sus objetivos y de los adversarios que le persiguieron allende la muerte, Carrillo permanece en la mente y el corazón del pueblo, como ciudadano y mandatario, cuyo delirante amor a su terruño se plasmó en hechos, no en palabras.