Reseña

No hay pedagogía más iluminadora que la que empieza con la teoría para luego pasar a la praxis. Todos los estudiantes, en menor o mayor medida, lo hemos comprobado. Y que, además, el producto de esta, la investigación elaborada en las aulas, llegue a ver la luz del día la convierte en un caso excepcional. Justamente es lo que se vuelve realidad con el presente documento. Esta publicación representa la culminación ideal para un proceso pedagógico intenso en el que, como estudiantes, y bajo la guía de las docentes, pudimos ver de primera mano el crudo y violento resultado de años de historia machista, una historia que, aún hoy, sigue cimentada en instituciones, prácticas y estructuras patriarcales que continúan ubicando a las mujeres costarricenses en una posición de vulnerabilidad. Esta conclusión a la que llegamos, tan estática y terrible, difícilmente habría hecho de nosotros y nosotras mejores y más responsables profesionales. Y es ahí donde la metodología y el desarrollo de la presente investigación tuvo el mayor impacto: comprendimos que la forma en que se ejerce la comunicación puede ser una herramienta más del patriarcado y las masculinidades violentas para perpetuar la violencia contra las mujeres. Entonces, se nos plantea la alternativa. Al ver la enorme responsabilidad que tiene quien trabaja en comunicación, podemos elegir ejercer nuestra profesión de forma ética, empática y crítica. Así, en lugar de ser un instrumento más del poder hegemónico, podemos convertirnos en una fuerza de resistencia que busca, desde su posición específica, hacer de la sociedad costarricense una mucho más pacífica y justa.