Guía para organizar campañas de limpieza
Involucramiento de las comunidades locales
Las campañas de limpieza de sitios públicos por parte de grupos civiles constituyen un fenómeno de movilización social que ha tomado especial notoriedad en los últimos años. Organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y otros grupos sin constitución formal orquestan desde medios de comunicación y redes sociales la limpieza organizada de ríos, playas y otros espacios.
En un contexto en que las personas se ven frecuentemente rodeadas por noticias que dan cuenta de la creciente degradación ambiental del planeta, el llamado a la acción que representa la participación en una de estas iniciativas es una forma de contrarrestar el pesimismo. Si bien
es cierto que recolectar los residuos en sitio tiene una baja incidencia en la raíz del problema, las campañas de limpieza constituyen un valioso espacio de concientización ambiental y encuentro entre distintos actores, con el potencial de motivar cambios más profundos en la gestión integral de residuos.
Por otro lado, es común que estas intervenciones se realicen de manera desarticulada con las comunidades que residen en los sitios donde se realizan las limpiezas. La movilización de personas voluntarias o colaboradores de empresas de distintas zonas del país hacia playas y ríos con una problemática conocida de residuos es sin duda una muestra positiva de responsabilidad compartida. Sin embargo, involucrar a agrupaciones locales locales trae consigo múltiples beneficios, como la apropiación por parte de la comunidad de los espacios recuperados y la posibilidad de generar encadenamientos virtuosos.