Reseña

La cultura china se ha consolidado a lo largo de su prolongada existencia sobre una realidad multinacional que potenciaba una pluralidad religiosa de forzosa convivencia. Confucianismo, budismo chino y daoísmo son tres pilares de la cultura y la civilización chinas y los responsables principales del carácter identitario chino, que no podría entenderse sin esa convivencia. Una convivencia que no solo se limitó a los círculos más selectos de dirigentes y a las instituciones políticas de las clases superiores, sino que también anidó entre la gente de los estratos sociales inferiores. De ahí la importancia de analizar, teniendo en cuenta este crisol, la manifestación religiosa de China más antigua de esas tres, e intentar
evaluar su desarrollo y repercusión, a la vez que comprender sus propósitos.

Este trabajo asume que la doctrina filosófico-religiosa daoísta china aportó y repercutió con gran calado en el desarrollo filosófico-religioso de Asia Oriental. Con ello, ofrece un repaso por su repercusión tanto en China como en Asia Oriental desde una panorámica epistemológica e incide en su sincretismo e intercambio con la llegada del budismo indio para, desde ahí, alcanzar la expansión de este en Japón y la creación del Zen. Cuestiones diversas tanto culturales como folclóricas son tratadas para fortalecer un diagnóstico de simbiosis de ambos.