Reseña

El fenómeno de las drogas es harto conocido por todos, tanto en el ámbito académico como cotidiano, ya sea en su versión narcotráfico (producción, trasiego, venta y blanqueamiento de dinero), en su impacto en la inseguridad ciudadana o su efecto en la salud de la persona consumidora, su entorno familiar o comunitario. Cualquiera que éste sea, es fundamental buscar formas para intervenir tempranamente.
Se sabe que este fenómeno ataca todos los grupos poblacionales, sin distinción de sexo, edad, nivel social o educativo. De igual forma, se cuenta con diversos estudios epidemiológicos que muestran tendencias generales o de grupos específicos de la población. Siendo el presente informe un ejemplo de estos esfuerzos.
La población universitaria reviste características comunes con grupos poblacionales generales, pero posee también características que los hace un grupo vulnerable para el inicio o consolidación del consumo de sustancias psicoactivas (SPA).
Para diversas instancias universitarias que no solo dictan políticas institucionales en pro de mejorar las condiciones del estudiantado, sino también de aquellas que trabajan directamente con la población estudiantil, es fundamental contar con información válida y específica para poder establecer acciones con mayor pertinencia y basadas en evidencia científica de calidad.
Es así como realizar una fotografía epidemiológica del consumo de sustancias psicoactivas en la población universitaria inscrita en las universidades públicas de Costa Rica no es suficiente; es menester, dar seguimiento que permita elaborar un perfil del consumo de estas drogas a lo largo del tiempo, para entender de forma más clara los aspectos que
pueden estar incidiendo en el consumo de estas sustancias.
Por tanto, en este Primer Informe se presenta la primera toma realizada en tres de las cinco universidades públicas, en espera de que para la siguiente encuesta en el 2022 se cuente con el involucramiento del total de las universidades públicas del país.